Problemas en la adaptación escolar y en el aprendizaje.
Trastornos de atención con o sin hipractividad (TDAH).
Irritabilidad y dificultades de concentración.
Comportamientos oposicionistas y desafiantes.
Comportamientos violentos dirigidos a adultos, sobre todo cuando se les contraría, les frustran o tratan de contenerles hacia otros niños o animales.
Conductas sexualizadas.
Problemas de autoestima.
Excesiva impulsividad.
LOS OBJETIVOS DE LA TERAPIA SON:
Establecer vínculos seguros y profundos con sus padres adoptivos para poder expresar sus necesidades y sus emociones de forma adecuada. El dolor invisible que el niño expresa mediante acciones al no poder expresarlo mediante la palabra, es todo aquello que está en su memoria implícita: violencia, rebeldía, ausencias, hiperactividad etc. Todo tiene que ver con su pasado aunque no tenga recuerdos vivos de lo que ocurrió.
Externalizar el dolor emocional acumulado, expresado y dirigido a veces contra los padres adoptivos, aunque esas vivencias traumáticas guarden relación con los padres biológicos. La rabia y el desafío, a veces son el único lenguaje que encuentra el niño adoptado para comunicar que se siente mal.
Enseñar el manejo de la frustración y la impulsividad de sus comportamientos. Es decir que desarrolle un locus de control interno, mejorando su atención y motivación, organización de las tareas, y su autoregulación para equilibrar sus deseos con las normas y límites de su entorno.
Desarrollar la Resiliencia como recurso.
Trabajar con los padres adoptivos la importancia e influencia que tiene la historia previa a la adopción, en la conducta de su hijo/a.